El Feng Shui en espacios de trabajo – Arq. Teresita Bermúdez
El Feng Shui es el arte de vivir en armonía con el entorno. La arquitectura podría ser el arte de crear ese entorno. La Arquitecta Teresita Bermúdez especialista en la materia, combina éstas disciplinas concibiendo y creando ambientes donde la energía fluye, las personas se sienten a gusto y las actividades se desarrollan en equilibrio.
Para los chinos, el Feng Shui es una filosofía, es arte, es ciencia: una comprensión holística, una forma de vida. Todo es energía en permanente interrelación.
Definición: arte de vivir en armonía con el entorno. Equilibrio, suavidad y armonía: base del Feng Shui.
La traducción del los términos Feng Shui puede ser viento y agua, pero también es aire y agua. Es decir, los elementos de la naturaleza que dominan al hombre y le imponen respetarla o dos elementos esenciales sin los que no podemos vivir, dependemos de la naturaleza, tenemos que aprender a fluir con ella.
Para la filosofía Feng Shui la vida está basada en 5 elementos, que son 5 energías: madera, fuego, tierra, metal y agua. Cada uno está representado por una forma, un color, una textura. Por tanto, los elementos pueden representarse por forma o color.
Sus bases son las mismas que las de la filosofía y la medicina tradicional china. Tiene aportes que van desde el taoísmo, el confucionismo, el budismo, la medicina, la teoría de los cinco elementos, la teoría del ying y el yang hasta las creencias populares chinas, el esoterismo, la numerología, la astrología. O sea, una amalgama inmensa de conocimientos y creencias ancestrales.
Estas características van sugiriendo las infinitas posibilidades que el Feng Shui brinda a la arquitectura, la decoración. En el constante intercambio energético radica la importancia del espacio para el Feng Shui: los materiales con los que está construido un espacio reciben las influencias externas más la propia del material en sí; eso influye directamente sobre la persona que está en ese espacio, a la vez que la persona influencia el espacio en el que se encuentra.
La Arquitecta Teresita Bermúdez clarifica: “Por ejemplo, en un espacio hay entre las personas un clima de agresión, las paredes absorben esa energía y luego se la transmiten a otra persona que llega con una energía diferente”.
Pero, ¿cómo conocer las energías de un espacio? ¿Cómo modificarlas? El Feng Shui tiene las herramientas: la radiestesia, por ejemplo, mide las energías con métodos antiquísimos y sirve para saber si un lugar es apto, si va a influenciar a las personas en forma positiva o negativa.
“…Hay que lograr trabajar los espacios de modo que la energía juegue a favor de la persona, eso es lo que hace el Feng Shui…”, explica la Arquitecta Teresita Bermúdez especialista en el tema.
Algunos de sus trabajos, exhibidos en Casa Foa, son objetiva y arquitectónicamente excelentes. Pero, además, están realizados de manera tal que equilibren y armonicen las energías.
En una oficina, el escritorio tiene forma redondeada y está hecho en chapa para lograr la forma, pero está revestido en cuero. El cuero representa también el elemento fuego por textura y la forma redondeada no es agresiva. Por ende, ese objeto no emana una energía agresiva. En ese espacio están representados todos los elementos del Feng Shui. En el panel superior, a través del cuadrado y el rectángulo apaisado se representa la tierra por la forma. La madera por el rectángulo vertical y por el material. El fuego por el color rojo de algunos objetos y por el cuero.
En otro espacio, hay una escalera y abajo, un estanque. “Ahí se tomó una creencia popular china que dice que si no se pone algo debajo de la escalera, ahí se esconderán los fantasmas, porque ellos creen en la energía remanente, una energía negativa que se va acumulando en los lugares de no uso o en los ángulos donde hay tierra o desorden. Entonces, los espacios tienen que estar limpios, ordenados y tener cada uno una función. El estanque tiene como unas losetas de deck en forma zigzagueante que, simbólicamente, apelan a la distribución armónica de la energía. Pero a su vez, el agua es símbolo de abundancia. En la cultura china todo es símbolo. Pero de todos modos, un espacio Feng Shui no tiene por qué tener elementos chinos, se adapta”, explica la Arquitecta Teresita Bermúdez .
Otro ambiente, súper moderno, era un área donde necesitaba representar el elemento tierra y el metal. El naranja y el blanco los representan, respectivamente. Pero además las formas redondeadas son el elemento metal.
También hay que tener en cuenta que los edificios están influenciados por el espacio circundante: otros edificios, la vista, el tráfico. La energía siempre tiene que llegar en forma suave, limpia y positiva y distribuirse en el espacio de forma zigzagueante y suave también.
Pero, ¿por qué representar esos elementos? ¿cómo saber qué elementos deben tener mayor o menor presencia? Para analizar un espacio Feng Shui, se debe superponer un mapa denominado Pacuá, que está formado por 8 áreas y un centro y sirve para analizar cualquier espacio, desde una casa hasta una empresa. Lo que se hace es dividir el espacio en esas áreas, cada una de las cuales representa una parte de la vida. Por tanto, ese espacio va a representar la vida misma. Esas áreas son: trabajo o profesión, benefactores o personas que puedan ser útiles en la vida (empleados, alumnos, amigos), hijos o proyectos (todo lo que está por nacer), pareja o sociedad, fama o posición social propia y de la empresa, fortuna material y espiritual (que para la filosofía china van en paralelo), salud/ antepasados (que puede ser la relación con la familia de origen o actual), conocimientos o sabiduría (tiene que ver con la evolución en cuanto a la educación, la cultura y el aprendizaje de la vida) y el centro, que es el tai-chi, el propio universo, en ésta área también se puede tratar la salud.
Cada área va a estar regida por una energía diferente que va a estar representada por un elemento, que a su vez está regido por un color, una forma, una textura; y además, un trigrama. Un trigrama es la forma de graficar la energía: son tres líneas apaisadas paralelas entre sí. Cada una representa una energía: la superior representa el cielo, la del medio al hombre y la inferior, la tierra.
Por otro lado, el ying y el yang son dos energías, una negativa y una positiva, como dos opuestos complementarios. Una es energía femenina, suave, receptiva y la otra positiva, masculina, de acción, de creación. La negativa femenina se representa con dos trazos cortados, la masculina positiva, con una línea entera. “Las posibilidades de graficar esas energías en un trigrama son ocho, no hay otra forma. Entonces, esa relación de la energía negativa y positiva da como resultado ocho trigramas, por eso tenemos ocho energías. Cada área está bajo la influencia de un trigrama diferente.
Cuando haces una decoración Feng Shui ningún objeto y ningún color están colocados al azar”, continúa la Arq. Teresita Bermúdez especialista en esta disciplina .
El Feng Shui no se ve, se siente. El espacio correcto es aquel en el que una persona se siente reconfortada, tiene ganas de quedarse, la actividad se desarrolla con ganas, se logra mayor concentración.
Tanto en espacios exteriores como interiores se deben acentuar las buenas vistas y tamizar las situaciones que no traen una visión agradable. Por ejemplo, la vegetación es una barrera visual y sonora.
El Feng Shui tiene que entrar a jugar con la arquitectura y la decoración dando repuestas funcionales. Hay que crear ámbitos equilibrados y armónicos que acompañen la tarea. Por ejemplo, en un lugar donde es importante la concentración y la tranquilidad, se utilizan colores y formas que acompañen la función. Incluso la música y los aromas deberían direccionarse a esos objetivos. Y acompañar la actividad desde el punto de vista decorativo.
Otro ejemplo: si en un despacho de un empresario, se desea hacer la decoración referida al poder o la personalidad y el espacio es muy moderno, eso condiciona la parte de Feng Shui. Entonces, se puede superponer al despacho el plano Pacuá y activar las áreas que la persona quiere con formas, con elementos simbólicos, con un cuadro.
Lo importante es que el arquitecto tiene que encontrar símbolos o elementos que correspondan con el Feng Shui y con el gusto del cliente.
Todo se escucha, se siente y se ve de una manera equilibrada, armónica, prácticamente ideal. Por supuesto, no cualquiera puede lograrlo. La Arquitecta Teresita Bermúdez se capacita permanentemente y da cursos sobre la especialidad en diferentes centros y Universidades en todo el país y asi continuar continuar descubriendo las infinitas posibilidades del Feng Shui, ésta disciplina oriental que recoge miles de años de conocimientos para lograr, a fin de cuentas, una mejor calidad de vida.
Más información del estudio de la Arq. Teresita Bermúdez haciendo click aquí.
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